sábado, 14 de noviembre de 2015

LA CASTA OBRA DE JOSÉ LÓPEZ PINILLOS

Este mes de Noviembre se celebra el día internacional contra la violencia de género. En nuestro colegio en el tercer ciclo de Primaria y en ESO, vamos a representar unos fragmentos de esta comedia de José López Pinillos, autor muy ligado a nuestro pueblo, pues pasó algunos años de su juventud viviendo en Carrión.

La obra retrata como muchas de sus obras, la pugna entre el hombre y la mujer. El hombre con roles machistas en donde la honra es la base de su masculinidad y ella que quiere liberarse y que ya no se somete. Muchas de su obras muestra como esta dualidad termian con la muerta de una de las partes o el abandona y el aislamiento.
En el caso de esta obra "La casta", también refleja la diferencias sociales entre el mumdo rural y el urbano.
Os dejamos este enlace por si queréis leer la obra completa


El argumento de la obra es el siguiente:

Clara Valdemar, muchacha de una noble cuna, se casó con José Lajín, procedente de una baja extirpe social. No sólo ese hecho disgusta a su padre don Felipe Valdemar por parecerle una deshonra, sino que la joven y noble criatura se ve martirizada por los atropellos y las indelicadezas con los que choca en su nueva familia. Ello provoca una crisis sentimental que hace que la joven esposa amenaza con separarse de su esposo para ir a buscar su felicidad fuera del hogar. Ese problema se engrandece hasta el punto de que opone a las dos familias políticas: la familia de Clara, que es la de Los Valdemar, y la de José, que es la de Los Lajín. Los Lajín habían sido, años atrás, súbditos de Los Valdemar. Precisamente, el abuelo de José Lajín, don José Lajín, y su padre, Rufino Lajín, habían sido criados de don Felipe Valdemar. Cuando José Lajín que es hijo de Rufino Lajín contrae matrimonio con Clara Valdemar, hija de don Felipe Valdemar, éste se ve humillado ante la idea de que el marido de su hija es el hijo de los que habían sido sus criados. Es, para él, una deshonra. Sin embargo, al mismo tiempo, observa que el marido es un joven con estudios, con carrera, lo cual le confiere una consideración inédita no sólo en su familia, sino en su sociedad. Ambas familias viven
en Benalcázar, pueblo ficticio de Andalucía. Dos años después de la boda, Clara Valdemar se desilusiona con su marido al comprobar que aunque es un hombre leído, es tan bruto como todos los de su casta. El propio marido lo reconoce y achaca la culpa de sus malos modales a su familia.
José Lajín había estudiado en el mismo pueblo, sin ir a la ciudad, y quedó impregnado de la cultura del medio: hombres borrachos, brutales, cuya única ocupación es trabajar en las fincas rurales, como son los olivares de José Lajín y su padre Rufino Lajín. Junto a esos hábitos, hay que señalar que el matrimonio se entiende dentro de la casta de Los Lajín como un sistema patriarcal en el que el hombre es la cabeza de familia y la mujer vive bajo su absoluto dominio. Clara, que viene de una familia noble, no estaba acostumbrada a vivir a lo campesino, como ir a coger las aceitunas a diario; tampoco había aprendido que la vida de una mujer se limita a obedecer a su marido y a dedicarse exclusivamente a los quehaceres de domésticos. No puede amoldarse a ese primitivismo y, al cabo de dos años, la vida le parece tan pesada que tiene la impresión de haber aguantado más de diez años a su marido. Valora la idea de que las cosas humanas tienen un límite; por lo tanto, su paciencia también tiene límite.
La necesidad para ella de buscar una salida a su condición de mujer abusada, de reconquistar su dignidad, de salir de esta casta, de este infierno, se impone. Pero nada es fácil para ella. Los demás miembros de la familia de su marido la odian y lo hacen todo para que sufra más. El caso de Pepa, la prima de José Lajín, es uno de los más denunciados.
Acaba peleando con Clara, porque piensa que tiene tantos derechos sobre ella como su esposo. Jesusa, la suegra de Clara, es otra protagonista de este enredo matrimonial. Para ella, Clara es la que rompió la paz en su familia. Jesusa dice que su nuera reúne todos los requisitos que hacen que una mujer sea mala e inútil: no sabe trabajar en el campo; no sabe recoger una casa, ni cocinar; no quiere cuidar a su abuela Tía Curra, La Pulga; no se somete a la autoridad de su marido y, peor aún, es una mujer estéril que no ha podido dar a la familia a un nieto. Para Jesusa, esos requisitos son los que constituyen el ideal de mujer que su nuera debe contemplar.
Pero, no va a ser así. Clara se da cuenta de que está considerada como un "bicho raro" y se niega a definirse así. Su primera actitud es poner a su padre don Felipe Valdemar al tanto de su vida hecha un caos en su hogar.
Su padre intenta recordarle los valores como es la paciencia y la reflexión, aconsejándola que tenga paciencia y que reflexione antes de tomar una decisión. Su hija le expresa su hartazgo y la  imposibilidad para ella de adaptarse a la educación de la familia de su marido. Cuando don
Felipe se entera de que su yerno pega a su hija después de emborracharse y le dice toda clase de ofensas, cambia de opinión y se resuelve a sacar a su hija de la casta en que se metió. Ante la resistencia de su yerno de ceder a Clara, don Felipe le acomete. Adrián Valdemar, hermano de Clara,
apoya a su padre amenazando a su cuñado José Lajín. Pero Clara se interpone en el medio, ayudada de Gervasio Valdemar, hijo de don Felipe y hermano de Clara y de Adrián. A pesar de ser de Los Valdemar, Gervasio actúa siempre en pro de su cuñado José Lajín y para una reconciliación del matrimonio. Clara y Gervasio impiden el desastre. A continuación, José Lajín encuentra a su prima Pepa y le aconseja que pida perdón a su mujer, por lo de la pelea. Pese a una inicial resistencia, Pepa
consiente seguir el consejo de su primo. Por otra parte, se entrevista con su mujer, invitándola a aceptar el perdón de su cuñada Pepa. Clara se niega en redondo. Para ella, será una forma de arrepentirse y de humillarse. El padre de Clara, don Felipe,  vuelve a provocar un encuentro
entre su yerno y él. Le pide que separe a Pepa de Clara; ya que ambas viven en la casa de Rufino, padre de José Lajín. En la misma es donde viven el propio José Lajín, su madre Jesusa, sus abuelos Tía Curra, La Pulga y Tío don José Lajín. Y allí suelen ir unas amigas de Clara y de Pepa, como son Dionisia y Paula. José Lajín no acepta separar a las dos criaturas que son todas importantes para él: una, su mujer, otra, su prima. mbas relaciones tiene una importancia destacada par el joven marido.
Entonces es cuando don Felipe decide llevar a su hija. Está apoyado por su hijo Adrián Valdemar. La propia Clara se opone a la decisión de su padre y traduce la necesidad de seguir compartiendo la vida con su compañero sentimental. Su padre llama su atención sobre el resurgimiento de nuevos atropellos e indelicadezas de su marido, pero la postura de Clara es irreductible. Ante el intento y el empeño de don Felipe de llevar a su hija a la fuerza, Rufino Lajín le echa de su casa, y con él, su hijo
Adrián. Sabiendo que la casa de Rufino había pertenecido antes a don Felipe, éste recuerda ese hecho al actual propietario. Pero Rufino le replica que ganó la casa honradamente. Clara consigue así menospreciar la autoridad de su padre, que sale y se va, decepcionado. Entre Clara y su marido, Clara le recuerda la necesidad para ella de vivir en paz y digna.
Defiende con ahínco ese deseo. En cuanto a su marido José Lajín, expresa su voluntad de cambiar y mejorar su conducta para con ella. Pero ella le exige una cosa: salir de Benalcázar. Este proyecto es difícil para José Lajín, que no mira con buenos ojos lo de separarse de su familia y abandonar las fincas de su padre, futuro caudal suyo. Finalmente, el matrimonio acuerda ir a vivir en la Capital. Es la salida de la casta, la destrucción de la misma con sus valores primitivos. Es una actitud reformista por parte del dramaturgo. Es la valoración del juicio de la mujer como requisito importante para su proceso emancipador en la sociedad. Es la destrucción de los sistemas patriarcales donde sólo el
hombre hace prevalecer su opinión. Es la toma de conciencia de la necesidad de buscar la igualdad entre los dos sexos.

Estos son los fragmentso que se trabajarán:

 

lunes, 9 de noviembre de 2015

LITERATURA DE TERROR

ADIÓS A LOS MONSTRUOS

DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS

DE VERDAD QUE QUERÍA
LA CASA DEL JUEZ BRAM STOKER
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BRAM STOKER

EL GATO NEGRO EDGAR ALLAN POE
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EDGAR ALLAN POE

EL TERRIBLE ANCIANO H.P. LOVECRAFT
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H.P. LOVECRAFT

HISTORIAS DE FANTASMA MARK TWAIN
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LA DILIGENCIA NOCTURNA AMELIA EDWARS
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LA MANO GUY MAUPASSANT
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GUY MAUPASSANT

POPSY  STEPHEN KING
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STEPHEN KING

LA COSA EN EL FONDO DEL POZO STEPHEN KING
Oglethorpe Crater era un niño horrible y miserable. Adoraba atormentar a perros y gatos, arrancarles las alas a las moscas, y observar cómo se retorcían los gusanos mientras los estiraba lentamente. (Esto dejó de ser divertido cuando se enteró de que los gusanos no sienten dolor.)
Pero su madre, que era tonta como ella sola, no advertía ni sus rarezas ni sus demostraciones de sadismo. Un buen día, cuando Oglethorpe y su mamá regresaron a casa desde el cine, la cocinera abrió de un portazo, presa de un ataque de nervios.
— ¡Ese niño espantoso atravesó una soga en los escalones del sótano, así que cuando bajé a buscar patatas me caí y casi me mato! —gritó.
— ¡No le creas! ¡No le creas! ¡Ella me odia! —lloró Oglethorpe con las lágrimas saltándole de los ojos. Y el pobrecito Oglethorpe comenzó a sollozar como si le hubieran roto su pequeño corazón.
Mamá despidió a la cocinera y Oglethorpe, el pequeño y adorado Oglethorpe, subió a su cuarto a clavarle alfileres a Spotty, su perro. Cuando mamá preguntó por qué Spotty estaba llorando, Oglethorpe le respondió que se había clavado un vidrio en una pata. Dijo que se lo arrancaría. La mamá pensó: «mi pequeñín Oglethorpe es un buen samaritano».
Entonces, un día, mientras se encontraba en el campo buscando más cosas a las que poder torturar, Oglethorpe descubrió un pozo profundo y oscuro. Gritó, creyendo que escucharía un eco.
— ¡Hola!
Pero una suave voz le respondió:
— Hola, Oglethorpe.
Oglethorpe miró hacia abajo pero no pudo ver nada.
— ¿Quién eres? —preguntó Oglethorpe.
— Ven, baja —le dijo la voz—, y nos divertiremos mucho.
De modo que Oglethorpe bajó.
El día transcurrió y Oglethorpe no regresó. Su mamá llamó a la policía y se organizó una batida de rescate. Durante algo más de un mes buscaron al pequeño y adorado Oglethorpe. Justo cuando estaban a punto de rendirse encontraron a Oglethorpe en un pozo, y bien muerto.
¡Y vaya manera de morir!
Tenía los brazos arrancados, de la forma en que lo hacen las personas cuando les arrancan las alas a las moscas. Le habían clavado alfileres en los ojos y mostraba otras torturas demasiado horribles de describir.
Cuando envolvieron su cuerpo (o lo que quedaba de él) y se marcharon, realmente les pareció escuchar una risa proveniente del fondo del pozo.

martes, 2 de junio de 2015

¿HAY ALGO MÁS ABURRIDO QUE SER UNA PRINCESA ROSA?

Los alumnos/ as de educación infantil y primer ciclo han escuchado el cuento ¿Hay algo más aburrido que una princesa rosa?
Más tarde decidimos realizar un cambio de roles. Los niños traerían jersey rosas mientras que las niñas tendrían que traer cualquier color menos el rosa.



CUENTOS CLÁSICOS DESDE EL PUNTO DE VISTA COEDUCATIVOS


cuentos tradicionales from alzueta

EL SEXISMO EN LOS CUENTOS TRADICIONALES

LOS CUENTOS TRADICIONALES, OTRO CANAL DE SOCIALIZACIÓN QUE DEBEMOS ANALIZAR Y CAMBIAR
¿Quién no conoce al menos un cuento tradicional?. Seguro que todos y todas conocéis muchos de esos cuentos tradicionales que de pequeños/as nos contaron en casa, en la escuela o bien, vimos en películas, especialmente recreadas por una de los gigantes en esto de la animación como es Disney. Pues bien, ¿te has parado a pensar que mensajes subliminales son los que nos lanzan este tipo de cuentos y películas animadas?. Tradicionalmente se nos han vendido como cuentos aparentemente inocentes, que nos dejaban un mensaje de compañerismo, amor, fidelidad, historietas en las que siempre triunfa el bien sobre el mal y en el que se logra una vida de paz y tranquilidad. Pero sin negar todo lo dicho, también tienes que saber que estos cuentos tradicionales como canales de socialización que son, transmiten y perpetúan en el tiempo valores y roles tradicionales, sexistas, en los que se observa una imagen de los géneros, especialmente de las mujeres, muy lejos de lo que deberían ser hoy. Los cuentos tradicionales a menudo presentan estereotipos con grandes sesgos sexistas, ya que la sociedad y cultura occidental ha sido discriminatoria a lo largo de los siglos. Los cuentos son divertidos y transmiten valores, pero hay que saber reconocer también los prejuicios para poder ser críticos con ellos. Un libro es un transmisor de valores éticos y estéticos, no solo de conocimientos, pues nos pone en contacto con una forma de mirar la realidad. En los cuentos aparecen todos los valores, actitudes, jerarquías y creencias consideradas adecuadas para los niños y para las niñas. Los cuentos tradicionales han servido y siguen sirviendo para transmitir y mantener los prejuicios sociales, al ser sus personajes modelos que niños y niñas imitan. Al igual que un padre, una madre, la escuela, la t.v., la publicidad, los amigos/as, los profesores/as, nos educan consciente o inconscientemente, los cuentos también lo hacen. Debes saber que la mayoría de estos cuentos a los que llamamos tradicionales se inventaron hace muchas décadas, incluso algunos hunden sus raíces hace siglos y, claro, ¿cómo era esa sociedad en la que se inventaron? Pues esos cuentos son un producto del tiempo y de la sociedad patriarcal en el que se crearon, al igual que nosotros/as. Por eso debemos analizarlos. No se trata de destruirlos sino de cambiar nuestro punto de vista sobre ellos y cambiar aquellos aspectos perjudiciales para poner otro granito de arena en esa ansiada igualdad de género entre mujeres y hombres. Algunos de estos cuentos tradicionales merecedor de análisis, crítica y transformación serían: Caperucita roja, Blancanieves y los 7 enanitos, Cenicienta, La Bella y la Bestia, La ratita presumida, La bella durmiente, El mago de oz, Las tres hilanderas, La Sirenita. Además si nos metiéramos en el mundo del cine para niños y niñas la lista sería interminable, caso por ejemplo de Mary Poppins.
Una vez que conoces el objetivo de esta actividad vamos a ir puntualizando en aquellos aspectos en los que nos debemos fijar a la hora de identificar una manifestación sexista en estos cuentos:
1-Las familias. En las familias hay un reparto tradicional de roles, el padre trabaja fuera y la madre lo hace dentro de casa. Cuando salen familias monoparentales, normalmente es la madre, y no se dice cuál es la situación del padre, ¿acaso no importa?. Cuando la que no aparece es la madre, esta es sustituída por una madrastra, evidentemente malísima. Además las caracterizaciones de madre y padre son tradicionales.
2-Las buenas mujeres. Las mujeres que aparecen como buenas, son además dulces, bellas y delicadas. Son por supuesto limpias, puras y trabajadoras, en casa claro. Su vida pasa por casarse con un guapo príncipe sin el cual serían unas desagraciadas el resto de sus vidas. A menudo necesitan que los hombres las salven debido a la debilidad que se les otorga.
3-Las malas mujeres. Son curiosas e inteligentes, aunque su inteligencia es emocional y la utilizan para manipular. Son brujas o madrastras y sus conocimientos son esotéricos, no científicos. Si son arriesgadas reciben un escarmiento. Tienen ambición y a menudo reciben un castigo por ello. Por tanto, ¿cuál es la mujer que se quiere educar?...
4-Los personajes masculinos. Son a menudo los salvadores de los personajes femeninos, son decididos y valientes. Si se tienen que enfrentar a lo que sea lo hacen con tal de salvarlas. ¿Qué tipo de chaval u hombre se está lanzando que hay que ser?... Sin embargo también son dependientes en el ámbito familiar, así los reyes viudos acaban casándose con mujeres despiadadas, ¿acaso es que un hombre no puede valerse por si mismo y vivir sólos? ¿Necesitan a una mujer que les haga todo?....Pero cuando son malos son incluso más malvados que las mujeres malas que, al fin y al cabo, siempre tienen un lado maternal que las hace al final ser más sensibles y buenas. Además normalmente los hombres son los que tienen el poder económico y/o político, son dueños de tiendas, o son príncipes, reyes, ricos …
5-Cuentos en los que el poder lo ostentan las mujeres. ¿Recordáis alguno?...El poder de las mujeres en los cuento nunca es obtenido por valía personal, a excepción de rasgos inherentes a su sexo, es decir, belleza, delicadeza, limpieza...o bien es conseguido mediante artimañas malvadas y sin escrúpulos por ser brujas o madrastras.
6-Legitiman instituciones, costumbres, valores de la civilización blanca occidental. No sólo son sexistas estos cuentos sino que mediante su difusión están diciéndonos (educándonos) que lo que vale en la vida es conseguir el éxito en todos los aspectos, es decir, ser ricos como meta final porque si no lo logras eres un desgraciado/a tal y como aparecen los pobres en estos cuentos, los cuales además deben soportar la tiranía de jefes, fuertes, o reyes y príncipes. Eso es otra, nos dicen que el sistema de gobierno que vale es el de la monarquía con castillos y no la democracia en la que todas las personas tengan los mismos derechos. Además si os fijáis practicamente todos/as los personajes son de piel blanca incluso aquellos/as en los que el cuento acontezca en lugares del mundo de personas con piel oscura (caso de Jasmine).
7-Otros aspectos a tener en cuenta. La fealdad como sinónimo de maldad extrema es otro recurso que se utilizan en estos cuentos sobre todo desde que Disney los recreó. Caso de Úrsula en la Sirenita, lo cual además es muy preocupante porque lanza a la juventud en edades muy influenciables el mensaje de que hay que estar delgadas/os para ser bellos y tener éxito. Y en el caso de hombres salen fuertes, musculados.
 
Otro aspecto es la iconografía, es habitual ver a las mujeres con cestas para la compra o barriendo, y a los hombres pues válidos para trabajos forzados o de poder pero inútiles en las tareas domésticas.
La música y la letra de estos cuentos también merece un análisis, ya que muchas veces refleja esos roles tradicionales a los que antes nos referimos. Por ejemplo la cenicienta canta como si nada mientras limpia. O cantan mientras hacen la compra, como si esos les hiciese felices.
Podríamos analizar otros muchos aspectos incluso cuento a cuento sería merecedor de un exhaustivo análisis, pero lo que queda claro es que los cuentos tradicionales son el resultado de la sociedad en la que se crearon, es decir, si esa sociedad era patriarcal (machista) estos, los cuentos, lo serán. No por ello debemos destruirlos sino más bien analizarlos para darnos cuenta de esos aspectos perjudiciales, intentar cambiarlos y hacer de ellos cuentos coeducativos, es decir, que eduquen en igualdad y con pautas sanas de tolerancia hacia lo distinto y hacia el respeto mutuo. Por fortuna, escritores y escritoras desde hace unos años hasta hoy, así como profesores y profesoras se están dedicando a elaborar nuevos cuentos coeducativos o, por lo menos a dar la vuelta a muchos de los tradicionales.
-ACTIVIDADES:
1-Explica qué efectos negativos y qué positivos tienen estos cuentos tradicionales.
2-¿Cuál es el objetivo de esta actividad?
3-¿Qué puede provocar estos aparentes inocentes cuentos en aquellas personas que los lea, los oiga o los vea en cine? ¿Por qué?
4-¿Cuál de los dos sexos sale peor parados en estos cuentos?
5-¿Qué imagen de mujer transmiten estos cuentos tradicionales?
6-¿Estás conforme con que esa sea la imagen de la mujer del siglo XXI?
7-¿Donde piensas que estaría el daño de estos cuentos?
8-Los hombres no siempre salen bien parados, ¿qué estereotipos de hombres salen en estos cuentos? ¿En qué aspectos salen los hombres beneficiados y en cuáles perjudicados?
9-¿Cuáles son algunos de estos cuentos sexistas?
10-Investiga y propón otro cuento tradicional que sea sexista para luego explicarles el por qué lo es a tus compañeros y compañeras.
11-¿Qué diferencias física y psíquicas hay entre las malas mujeres y las buenas mujeres que aparecen en estos cuentos?
12-Otros aspectos que transmiten estos cuentos sería el modo de vivir y las metas en la vida. ¿Cuál sería la meta a conseguir o el ideal de vida de las personas? ¿Cómo salen aquellas personas que no consiguen ese objetivo?
13-¿Qué modos de gobierno son los que aparecen en los cuentos? ¿Son modos de gobierno en los que se tiene en cuenta la opinión del pueblo? ¿Por qué?
14-¿Qué opinas del color de la piel que aparecen en estos cuentos?
15-¿Cuál es el canon de belleza ideal en estos cuentos? ¿De qué es sinónimo la fealdad y la obesidad en estos cuentos tradicionales? ¿Qué peligrosos efectos negativos podría conllevar esta antítesis entre cánones de belleza? Piénsa para quiénes están dirigidos estos cuentos.
16-¿Qué reflejan también la música y las letras de estos cuentos y películas animadas tradicionales?
17-¿Qué son los cuentos coeducativos?
18-¿Qué podrías hacer tu para evitar los efectos perjudiciales de estos cuentos tradicionales?
19-¿Te habías parado a pensar en la fuerza que tenían estos cuentos como canales de socialización?
20-Vamos a analizar con ojo crítico y por grupos varios de estos cuentos tradicionales como son La Cenicienta, La Bella y la Bestia, La Bella Durmiente, y Blancanieves y los 7 enanitos. Cada grupo deberá trabajarlos cuidadosamente ,y cómo, pues leyéndolos y apuntando todos aquellos aspectos objeto de crítica y que le merecerían ser calificados de cuentos sexistas, aunque también deberéis resaltar aquellos otros aspectos y valores positivos que serían justos mencionar, aplaudir y salvar. Abajo encontraréis una serie de pautas en las que os deberéis fijar y rellenar y, una vez hecho esto, saldréis en grupo delante del resto de vuestros compañeros/as para explicarles por qué esos cuentos son así.
PAUTAS PARA EL ANÁLISIS DE LOS CUENTOS TRADICIONALES
1-Título del cuento
2-Resumen del cuento
3-Descripción física y psíquica (carácter) de los personajes femeninos
4-Oficio o tareas que realizan cada uno de estos personajes femeninos
5-Descripción física y psíquica de los personajes masculinos
6-Oficio o tareas que realizan cada personaje masculino
7-Descripción y explicación de aquellos aspectos que se consideren sexistas según la teoría arriba expuesta, por ejemplo roles, trabajos, aspectos físicos, letra de las canciones, vestimentas, autoridad, etc.
8-Enumeración de aspectos a cambiar del cuento para hacerlo coeducativo (sin discriminación)
9-Explicación del mismo cuento ya transformado en cuento coeducativo. Por ejemplo con finales alternativos, con personajes cuyos roles no sean los tradicionales de hombres y mujeres, etc

21-¿Qué conclusiones sacas tras haber trabajado los cuentos tradicionales?

SIETE ROMPECUENTOS

VIEJOS CUENTOS NUEVOS FINALES








sábado, 16 de mayo de 2015

CALIGRAMAS POR EL MEDIO AMBIENTE

¿ Qué es un caligrama ?



Leé la siguiente información y 
al terminar, animáte a dibujar un caligrama:
   
 La palabra caligrama procede del francéscalligramme, y esta del griego kállos (belleza) y grammé (trazo, contorno) = figura bella. Por lo tanto un caligrama es el escrito, por lo general literario, donde la disposición tipográfica o caligráfica con su arreglo gráfico representan el contenido del texto. 
Un caligrama o poema visual
es un texto en el que las palabras
se usan como si fueran el trazo de un dibujo.



    Aunque hay antecedentes de este tipo de poesía en la literatura griega, el iniciador de esta forma de escritura en la modernidad es el francés Guillaume Apollinaire (1880-1918). Cuando escribió Caligramas en 1918, le dio el nombre a este tipo de poesía.



    El juego ha sido el motor fundamental en su producción.Así fue como trabajó con los recursos gráficos para conseguir la coincidenciade la figura y el texto. Y si bien los caligramasexisten desde los griegos, Apollinaire logró difundirlos con gran éxito.


    Un caligrama es un poema donde vemos que el sonido, la forma y el espacio se suman.
                                                

¿CÓMO HACER UN CALIGRAMA?


Con este sistema de representación gráfica,

el poeta consigue 

variar la actitud del lector 

acostumbrado al poema en columna.
Sin embargo, a pesar de su libertad frente al texto, se sujetan a la dirección típica de escritura o al recorrido de las agujas del reloj (de izquierda a derecha), simplemente para no caer en un caos y poder leernos.
La espacialización del poema responde a 
necesidades expresivas de los sentimientos, las emociones o las sensaciones del poeta y provoca un contacto diferente con el lector, para quien la configuración espacial del poema representa una especie de guía.



La disposición de las letras 

pretende representar el contenido del poema.
El texto se dispone libremente en el espacio y
se produce una relación ineludible
entre lo visual y lo simbólico.


lunes, 30 de marzo de 2015

ACTIVIDAD PARA TRABAJAR EL QUIJOTE Y CERVANTES


INFANTIL


PRIMER CICLO

SEGUNDO CICLO




Don Quijote de la Mancha. Serie de dibujos animados.
Episodio 12: "Dulcinea del Toboso"

Don Quijote de la Mancha - Serie de RTVE - 6 capítulos

jueves, 26 de marzo de 2015

SI YO FUERA MUJER EN EL SIGLO XVI

Los alumnos del tercer ciclo y ESO han realizado un texto narrativo en donde cambiaban sus roles, tanto los niños  como las niñas trataban de meterse en el papel de una mujer del siglo XVI. ¿Cómo sería sus estudios, sus posibilidades laborales, su vida en familia...?

Aquí está los trabajos realizados por los alumnos/as de 6º A y 5º A


lunes, 9 de marzo de 2015

TERESA DE JESÚS LA MUJER QUE DESTACÓ EN UN MUNDO DE HOMBRES


Biografía de Teresa de Jesús


Los primeros años

Nacida en Ávila, en el seno de una familia de conversos, por vía paterna, la que en el siglo se llamó Teresa Sánchez Cepeda Dávila y Ahumada, o más habitualmente Teresa de Cepeda y Ahumada (1515-1582), se caracterizó desde su más tierna infancia por el entusiasmo con que se adhirió a todas las causas que abrazó, acendradas la mayoría de ellas por su pasión por la lectura de todo tipo de libros: romanceros y cancioneros, libros de caballerías y vidas de santos y mártires. Una pasión fomentada por su propio padre, que era
aficionado a leer buenos libros, y ansí los tenía de romance para que leyesen sus hijos. Esto, con el cuidado que mi madre tenía de hacernos rezar y ponernos en ser devotos de Nuestra Señora y de algunos santos, comenzó a despertarme de edad, a mi parecer, de seis o siete años. (Vida, I)
Fruto de las lecturas paternas y de la devoción materna, con esa edad de seis o siete años ya se mostraba dispuesta a ser martirizada, junto con su hermano Rodrigo, con quien "concertábamos irnos a tierra de moros, pidiendo por amor de Dios, para que allá nos descabezasen"; su tío les trajo de vuelta. Lejos de arredrarles, la alternativa al fracaso de la expedición in partibus infidelium fue la vida de ermitaños:
de que vi que era imposible ir adonde me matasen por Dios, ordenábamos ser ermitaños, y en una huerta que había en casa procurábamos como podíamos, hacer ermitas, poniendo unas pedrecillas, que luego se nos caían, y ansí no hallábamos remedio en nada para nuestro deseo... Hacía limosna como podía, y podía poco. Procuraba soledad para rezar mis devociones, que eran hartas, en especial el Rosario... Gustaba mucho, cuando jugaba con otras niñas, hacer monasterios, como que éramos monjas, y yo me parece deseaba serlo, aunque no tanto como las cosas que he dicho. (Vida, I)
Cuando ya hacía tiempo que había oído la llamada de Dios, en 1528, pierde a su madre. Precozmente madura a esa edad de trece años, se interesa profundamente por los asuntos espirituales, hasta el punto que su padre, en 1531, pide para Teresa el ingreso en el convento de Santa María de Gracia, en Ávila. Con todo, su vocación no era exactamente monástica, pues permaneció hasta otoño del año siguiente sin decidirse a ser monja. Su irresolución coincide con una grave enfermedad; a resultas de la cual acabó de confirmarse su vocación1, pues abandonó el domicilio familiar y entró (2 de noviembre de 1533) en el convento de la Encarnación de Ávila, donde profesó el 3 de noviembre de 15342. Volvió a sufrir recaídas en su enfermedad, de las que acabó de sanarse definitivamente en 1539, gracias, según ella, a la intercesión de San José.
No está claro de que enfermedad se trata, a tenor de los síntomas: languidez, desmayos, crisis de epilepsia ("mal de corazón") y convulsiones. Habitualmente, se ha dicho que la crisis de 1537 parece epiléptica; más adelante, los éxtasis y los arrobamientos no serían más que la manifestación de secuelas de este episodio en los dos lóbulos temporales3. De este período sacó muchos frutos: aprendió a confiar ilimitadamente en Dios y aprendió el método de oración llamado de "recogimiento", a partir de la lectura del Tercer abecedario espiritual, del franciscano Francisco de Osuna, merced al cual alcanzó algunas veces la "unión" con Dios y un "deseo de soledad".
Al recuperar la salud, aunque no del todo, se ocupó preferentemente de asuntos seculares y durante un breve período se relajó espiritualmente: recibía frecuentes visitas en el convento y dejó en parte la cotidiana oración. Hasta que -afirma- en 1542 se le apareció Jesucristo con semblante airado, reprochándole su actitud. Un año antes, en 1541, había fallecido su padre, cuya pérdida consoló parcialmente con la lectura de las Confesiones, de San Agustín. A pesar de la introspección agustiniana, la visión conminatoria de Jesús y el dolor por la muerte del padre, no dejó el trato con seglares hasta 1555, ante una imagen de Jesús crucificado y se inició lo que se llama su "conversión":
En mirándola [la imagen de Cristo llagado], toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía, y arrojeme cabe Él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle (Vida, IX)
Al año siguiente, 1556, es cuando comenzó a sentir los primeros y grandes favores espirituales o dones especiales: la oración de quietud y la oración de unión. Hacia 1557 oye las primeras "palabras sobrenaturales"; en 1559 y 1560, las visiones imaginarias e intelectuales y los primeros arrobamientos y éxtasis. En realidad, fue en 1558 cuando tuvo su primer rapto y la visión del infierno; tomó por confesor (1559) a Baltasar Álvarez, que dirigió su conciencia durante unos seis años, y entre aquellos favores, dice, se contó la visión de Jesús resucitado. Movida por esta visión, hizo voto, en 1560, de aspirar siempre a lo más perfecto, que acabaría concretándose en la labor fundadora. San Pedro de Alcántara aprobó su espíritu y San Luis Beltrán la animó a llevar adelante su proyecto, concebido hacia dicho año, de reformar la Orden del Carmen, adoptando la regla primitiva (desprendimiento y contemplación), para dar cabida a la actividad apostólica. Su propósito último era restaurar la antigua observancia de la regla del Carmelo, mitigada en 1432 por el papa Eugenio IV. Tomando como modelo la reforma franciscana de Cisneros, planeó nuestra autora la de su orden, basada en la práctica de la oración y del ayuno, en no poseer rentas ni propiedades, ni en común ni particularmente, en guardar silencio y en descalzarse. Teresa se "descalza" el 13 de julio de 1563: sustituirá los zapatos que usaba en la Encarnación por unas alpargatas de cáñamo; la imitarán las demás religiosas y los carmelitas varones, que se conocerán como los "descalzos" para distinguirse de los que se siguen rigiendo por la regla mitigada.
Con ella, y con San Juan de la Cruz (que se incorporó a la reforma en 1567), alcanza la espiritualidad carmelitana su cima, afectando la reforma tanto a las monjas como a los frailes4. En realidad, era el espíritu de pobreza el que caracteriza toda su labor fundadora: en 1575, por ejemplo, llega a fundar a Sevilla con una sola blanca, "porque solo una blanca nos había sobrado del gasto del camino, sin traer otra cosa nenguna con nosotras, sino lo que traíamos vestido" (Libro de las fundaciones, XXIV). Estas y otras estupendas anécdotas las incorpora al Libro de las fundaciones, empezado en 1573 y continuado, en dos etapas, que se inician, respectivamente, en 1576 y 1582; es una suerte de prolongación del Libro de la vida, del que hablo abajo.

Las primeras etapas de fundación

Corredor primitivo del convento de San José al que las Descanzas salían a recibir a Santa Teresa. Fue la segunda casa inaugurada por Santa Teresa el 15 de agosto de 1567Después de dos años de luchas para la creación de la nueva orden, llegó a sus manos la bula de Pío IV para levantar la primera fundación, el convento de San José, en Ávila, ciudad a la que había regresado Teresa. Se abrió dicho monasterio el 24 de agosto de 1562; tomaron el hábito cuatro novicias en la nueva Orden de las Carmelitas Descalzas de San José. No pudo evitar que hubiese alborotos en Ávila, que forzaron a que la santa regresase al convento de la Encarnación; una vez calmados los ánimos, vivió Teresa cuatro años en el convento de San José con gran austeridad. Las religiosas adictas a la reforma de Teresa dormían sobre un jergón de paja; llevaban sandalias de cuero o madera; consagraban ocho meses del año a los rigores del ayuno y se abstenían por completo de comer carne. Teresa no quiso para ella ningún privilegio; al contrario, siguió confundida con las demás religiosas no pocos años5. Conseguir esta primera fundación y extenderla después por toda España le supuso grandes luchas con los superiores de su orden y consultas a confesores y teólogos, que, en su mayoría, no siempre comprendían su "espíritu".
Con todo, la patente del superior general del Carmelo, se firmó en Ávila el 27 de abril de 1567; por ella se autorizaba a Teresa a fundar conventos femeninos donde las religiosas se comprometían a vivir según la regla primitiva del Carmelo. Las sucesivas fundaciones fueron sembrando de conventos reformados por todas partes, pero, siguiendo a Etchegoyen, se suelen dividir en tres etapas: la primera abarca desde 1567 a 1571 y son las instituciones más difíciles: Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca y Alba de Tormes; durante tres años, sus superiores le prohíben fundar nuevos conventos. La segunda etapa abarca de 1574 a 1576 y comprende los carmelos de Segovia, Beas, Sevilla y Caravaca; las querellas intestinas de la orden (calzados contra descalzos) la obligan a retirarse durante cuatro años. La tercera, desde 1580 a 1582: Villanueva de la Jara, Palencia, Granada y Burgos. "Entre 1567 y 1582 Teresa recorrió miles de kilómetros para fundar catorce conventos… quince contando el de Caravaca… Con unas pocas excepciones…, los conventos están situados en las regiones más dinámicas… Se sitúan en una franja de unos doscientos kilómetros de ancho que atraviesa España de norte a sur, de Bilbao a Sevilla… En esta franja se concentra la riqueza del reino de Castilla, las manufacturas, los campos de trigo, los viñedos, y también las universidades más reconocidas, los centros administrativos"6.
Con todo, el itinerario de fundaciones es muy enrevesado, un ir y venir por los mismos caminos. Desde que el padre Rossi, general del Carmen, visitó en 1567 el convento de San José, lo aprobó, y le dio permiso para fundar otro de mujeres y dos de hombres. Aquel mismo año, Teresa se fue a Medina del Campo para tomar posesión de otro convento; a continuación estuvo en Madrid, y en Alcalá de Henares arregló el convento de descalzas fundado por su amiga María de Jesús. Por entonces se empezó a tratar de la reforma para hombres. El monasterio de Malagón, el siguiente, fue bendecido en su inauguración el día de Ramos de 1568. De Malagón se trasladó Teresa a Toledo, donde llegó enferma; se repuso en Escalona y regresó a Ávila; de aquí salió hacia Valladolid, donde dejó establecido otro convento, y, por Medina y Duruelo, volvió al de Ávila en 1569. Ese mismo año volvió a Toledo y Madrid; de donde volvió a Toledo, ciudad en la que se encontró con muchas dificultades para la fundación de un convento, que finalmente se llevó a término el 13 de mayo de 1569; superados otros obstáculos, tomó posesión del monasterio de Pastrana (9 de julio). Volvió a Toledo, donde permaneció un año, a lo largo del cual hizo algunas breves excursiones a Medina, Valladolid y Pastrana; también se desplazó a Duruelo, donde se había fundado el primer convento masculino, en 1568. Tras una visita a Pastrana, regresó a Toledo y, a continuación, se fue a Ávila. Poco después se fundaba en Alcalá el tercer convento de descalzos; en Salamanca, por su parte, el séptimo de descalzas, aparte el de Alba de Tormes (25 de enero de 1571). De Alba volvió Teresa a Salamanca, hospedándose en el palacio de los condes de Monterrey; pasó a Medina, y de vuelta en Ávila, aceptó el priorato, durante tres años, del convento de la Encarnación, cuya reforma consiguió.
Se fundaron varios conventos más de descalzos; la región que en mayor proporción abrazó la reforma fue Andalucía. Lo que no impidió que, al poco, en 1572, comenzase la discordia entre calzados y descalzos; el mismo año en que Teresa recibió muchos favores espirituales en el convento de la Encarnación, como fueron su desposorio místico con Jesucristo y un éxtasis en el locutorio cuando conversaba con San Juan de la Cruz. Ya en 1573, obedeciendo a su director, el jesuita Ripalda, empezó a redactar el libro de sus fundaciones.
Vivió después en Alba de Tormes (1574), de donde, a pesar de hallarse enferma y muy atribulada, se fue de viaje a Medina del Campo, Ávila y Segovia. En esta ciudad fundó otro convento, al que pasaron las religiosas del monasterio de Pastrana que fue abandonado debido al intento de doña Ana de Mendoza de la Cerda, la princesa de Éboli, de convertirse en religiosa bajo el nombre de sor Ana de la Madre de Dios, pero siguiendo un estilo de vida desapegado a la norma de la orden. Este mismo año se denunció a la Inquisición por vez primera la autobiografía de Teresa, que volvió a su convento de San José, una vez concluido el priorato. A fines de año partió a Valladolid.
A principios de enero de 1575, previo paso por Medina, llegó a Ávila, donde se quedó muy poco, para irse a continuación a Beas de Segura (Jaén), pasando por Toledo, Malagón y Almodóvar, donde se dice que profetizó las virtudes del beato Juan Bautista de la Concepción, reformador de los Trinitarios. Una vez fundado el décimo convento de descalzas, en Beas de Segura (24 de febrero), y el convento de descalzos de Almodóvar del Campo (7 de marzo), se trasladó la santa a Sevilla, con muchas incomodidades, muy enferma y "con una blanca". Las penurias económicas y de salud no fueron mayores que las dificultades para fundar el undécimo Carmelo de descalzas, el de Sevilla. Aparte las dificultades para fundar, también las hubo intestinas, porque en aquel tiempo estalló la discordia entre carmelitas calzados y descalzos, en ocasión del capítulo general celebrado por aquellos días en Plasencia; como consecuencia, se consiguieron bulas pontificias que recomendaban tratar con rigor a los descalzos, que se habían extralimitado en sus fundaciones. Cuando fue el padre Gracián (21 de noviembre), por comisión del nuncio, a visitar los Carmelitas Calzados de Sevilla, éstos se resistieron vehementemente a la visita. El padre Salazar, provincial de Castilla, conminó a Teresa a que no fundara más Carmelos descalzos y que se retirase a un convento sin salir de él. Aunque la santa trató de volver a Valladolid, se opuso el citado padre Gracián, de modo que se quedó en Sevilla.
En la capital andaluza seguía Teresa al fundarse en Caravaca (1 de enero de 1576) el duodécimo convento de descalzas. Acusada al Santo Oficio de la Inquisición por una religiosa salida del convento, eligió para su residencia el convento de Toledo. Para pasar inadvertida viajó por Malagón (11 de junio), y de allí a Toledo, donde ya estaba a principios de julio. Antes de establecerse, marchó al convento de Ávila para arreglar varios asuntos; pero regresó rápidamente a Toledo en compañía de Ana de San Bartolomé, a la que había tomado por secretaria. Allí concluyó el Libro de las fundaciones, que se suspendieron los cuatro años que duraron las persecuciones y conflictos entre calzados y descalzos.

Última etapa de fundación y controversias con los "calzados"

En el ínterin, la fundadora de los carmelitas descalzos fue objeto de tantas calumnias y difamaciones, que se la intentó convencer para que se fuese a algún convento americano. Pero, lejos de arredrarse, la santa se desplazó desde Toledo a Ávila (julio de 1577) a fin de someter a la Orden del Carmen el convento de San José, antes sujeto al ordinario. Pero las calumnias contra los descalzos no cesaron, especialmente propaladas por Miguel de la Columna y Baltasar de Jesús, desertores de la reforma. A éstos y otros carmelitas "calzados" no les gustaba una mujer que parecía aleccionarles con la recuperación de la regla primitiva del Carmelo; para quitársela de en medio, nada mejor que acusarla de alumbrada o farsante, o ambas cosas7. Fueron sus superiores, no los inquisidores, los que ya en 1575 le prohíben fundar más conventos y la obligan a retirarse a un monasterio; las órdenes, de hecho, vienen del padre Juan Bautista Rossi, prior general del Carmelo. Llegados a este extremo, Teresa decidió presentarse ante el Rey, que aceptó encargarse del asunto. Para reforzar su posición, las cincuenta y cinco monjas de la Encarnación, en Ávila, la eligieron priora, a pesar de las censuras del padre Valdemoro (octubre de 1577), que las amenaza con la excomunión. En este tiempo tan adverso escribió el libro de Las moradas.
El año siguiente, 1578, polemizó con el padre Suárez, provincial de los Jesuitas, por lo que el nuncio redobló su persecución, hasta el punto de pretender destruir la reforma, desterrando a los principales descalzos y confinando a Teresa a Toledo; el nuncio papal en España, Filippo Sega, incluso la llegó a calificar de "fémina inquieta, andariega, desobediente y contumaz"8. Simultáneamente, en Sevilla un confesor delató a la Inquisición las supuestas faltas de la priora de las descalzas y de Santa Teresa misma, sobre lo cual se formó un ruidoso expediente que puso en claro la inocencia de ambas.
Primer folio del manuscrito original de la Vida, publicado por V. de la Fuente, madrid, Sociedad Foto-tipográfica Católica, 1873Fue en este mismo año de 1578 que pasó en Ávila, muy triste: en una carta cuenta Teresa que le hacían guerra todos los demonios, máxime porque la siguen infamando y denunciando obras como el Libro de su Vida. Desde principios del siguiente año, 1579, amainó la polémica contra ella y su reforma; aprovechó para escribir, en Ávila (6 de junio), los cuatro avisos que dijo haber recibido del mismo Dios para aumento y conservación de su orden, que luego fueron publicados por Fray Luis de León al fin del citadoLibro de la vida. Desde allí, el 25 de junio, volvió a partir la andarina santa para visitar sus conventos: Medina del Campo, Valladolid, otra vez Medina, Alba de Tormes y Salamanca. Regresó a Ávila en noviembre, pero en seguida salió hacia el convento de Malagón, a pesar de estar enferma, pasando por Toledo.
En Villanueva de la Jara asistió a la fundación (25 de febrero de 1580) del decimotercero convento de descalzas. Regresó a Toledo, donde le aquejó una parálisis y fallos cardíacos, que la pusieron a las puertas de la muerte. De allí pasó a Segovia y otra vez a Ávila. Por otra parte, en aquel tiempo Gregorio XIII expidió las bulas (22 de junio) para la formación de provincia aparte para los descalzos. Mientras, Teresa visitó Medina y Valladolid, donde cayó gravemente enferma, lo que no le impidió fundar otro convento en Palencia; así como dos de descalzos, uno en Valladolid y otro en Salamanca, ambos en 1581. El decimoquinto de descalzas lo fundó la santa en Soria (3 de junio de 1581). Luego pasó santa Teresa por el Burgo de Osma, Segovia y Villacastín, llegando de nuevo a Ávila, donde fue elegida priora por las monjas del convento de San José. Después, casi siempre enferma (ya 1582), estuvo en Medina del Campo, Valladolid, Palencia y Burgos.
La enfermedad no le impidió enterarse de que en Granada se había fundado el decimosexto convento de carmelitas, y otro de descalzos en Lisboa. La precaria salud también le permitió fundar el decimoséptimo carmelo de descalzas, en Burgos, donde acabó de escribir el Libro de las fundaciones, incluida la de dicha ciudad. Al salir de Burgos, pasó por Palencia y Valladolid; pero en esta ocasión la priora la echó del convento; también la priora de Medina del Campo la trató con desprecio; siguió, por lo tanto, camino hasta Peñaranda. Cuando llegó a Alba de Tormes (20 de septiembre), su estado empeoró. Una vez recibido el viático y habiendo confesado, murió en brazos de Ana de Jesús la noche del 4 de octubre de 1582.

1.- Que vino precedida por una gran lucha interior, con argumentos que ahora nos pueden parecer ingenuos: "En esta batalla estuve tres meses forzándome a mí mesma con esta razón: que los trabajos y pena de ser monja no podía ser mayor que la del purgatorio, y como yo había bien merecido el infierno, que no era mucho estar lo que viviese como en purgatorio, y que después me iría derecha al cielo, que éste era mi deseo" (Libro de la vida, III).

2.- Para entender el origen eremítico, el carácter contemplativo y el sentido último de la orden carmelitana y su mística hay que remontarse, aproximadamente, al siglo VI, pues a partir de entonces las faldas del monte Carmelo acogieron a algunos grupos de anacoretas que acudían porque fue fama que el profeta Elías había morado en aquellos parajes. Con el paso de los siglos, estos monjes reclamaron para sí la gloria de haber permanecido en aquel lugar ininterrumpidamente desde los tiempos del gran profeta, a quien consideraban su fundador y en cuyo espíritu basaban su propio ideal de vida. Tanto fue así, que en el siglo XII, y siguiendo a San Bertoldo, se constituyeron en comunidad, llamándose Ermitaños de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Hacia el año 1208 les dio una regla monacal el patriarca latino de Jerusalén S. Alberto, que posteriormente, por decreto de 30 de enero de 1226, ratificó el papa Honorio III. Compendio de su ideario es el De institutione primorum monachorum (De la Institución de los primeros monjes), escrito a mediados del siglo XII, donde se señalan como características de la regla "el gustar acá abajo la virtud de la divina presencia y la dulzura de la eterna gloria", para lo cual es necesario el desprendimiento, que exige prescindir del afecto a las criaturas, que rebaja y envilece el alma: es el argumento central de San Juan de la Cruz para su doctrina de las noches activas (del sentido y del espíritu). El otro pilar es la contemplación, don gratuito de Dios, aunque coadyuva mucho la purificación. Cuando la orden llegó a Europa durante la primera mitad del siglo XIII se hizo mendicante; posteriomente se fueron mitigando algunas exigencias de su regla. Veáse Serés, "Mística carmelitana", en La literatura espiritual en los Siglos de Oro,pp. 135-201.

3.-Así parecen indicarlo Pierre Vercelletto y Michel Bonduelle, Épilepsie et état mystique: la maladie de Sainte Thérèse d'Avila, Éditions de la Bruyère, París, 2000.

4.- Véase Torres Sánchez, "El contexto histórico del Carmelo femenino en los siglos XVI y XVII: el convento de Salamanca".

5.- Porque en la santa abulense se conjugan y agolpan "místico recogimiento y actitud antirreformista, enfermedades corporales y fatigas voluntarias, hambre, calor y frío en los viajes, largas veladas pasadas en oración y en la producción literaria, el dolor de los estados de éxtasis, accidentes, molestias y malos tratos (se rompió un brazo, fue arrojada a un torrente, una mala mujer la pisoteó con sus zapatos de madera y otras cosas semejantes), contrariedades y humillaciones en las luchas por sus fundaciones, todo esto consumió definitivamente las fuerzas de aquel tierno cuerpo de mujer. En plena actividad, una rápida y dulce muerte la sobrecogió en Alba de Tormes, en octubre de 1582, a los sesenta y siete años" (Pfandl, Historia de la literatura nacional española en la Edad de Orop. 20).

6.- Joseph Pérez, Teresa de Ávila y la España de su tiempo, Algaba, Madrid, 2007, pp. 122-123. A renglón seguido apunta que "en esta franja surgieron y se desarrollaron los grandes movimientos políticos, culturales y espirituales del siglo".

7.- También fueron los "calzados" los que raptaron a San Juan de la Cruz; luego lo encarcelaron nueve meses en condiciones muy duras, en una celda del convento de los carmelitas calzados de Toledo.

8.- No se olvide que andariega tenía claras connotaciones despectivamente sexuales, como le recuerda don Quijote al cura, refiriéndose a Angélica: "Esa Angélica -respondió don Quijote- señor cura, fue una doncella distraída,a, andariega y algo antojadiza" (Quijote, II, 1).


Catálogo de su obra

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Santa Teresa de Ávila(Santa Teresa de Jesús)
España: 1515-1582
PoemasTextos electrónicos completos
A la circuncisión
A la profesión de Isabel de los Ángeles
A san Andrés
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A una profesa
Al nacimiento de Jesús
Alma, buscarte has en mí
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Coloquio amoroso
Cruz, descanso sabroso
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En la festividad de los Santos Reyes
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Pastores que veláis
Sobre aquellas palabras
Vivo sin vivir en mí
Vuestra soy, para vos nací
Ya toda me entregué y di

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Teresa de Ávila, por Rubens. *Santa Teresa, por Felipe Gil de Mena. Mediados del siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 190x146 cm.  Convento de San José. Madres Carmelitas de Medina del Campo. **Santa Teresa, por Alonso del Arco (1635-1704).
Teresa de Ávila, por Rubens. *Santa Teresa, por Felipe Gil de Mena. Mediados del siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 190x146 cm.  Convento de San José. Madres Carmelitas de Medina del Campo. **Santa Teresa, por Alonso del Arco (1635-1704).
Santa Teresa de Jesús. Óleo sobre lienzo, 129.5 x 104.4 cm. Procedencia desconocida. **La muerte de Santa Teresa. último tercio del siglo XVII. Convento de San José. Madres Carmelitas de Medina del Campo. **Escultura de Santa Teresa de Jesús. Anónimo castellano. Hacia 1620. Madera policromada. **
Santa Teresa de Jesús. Óleo sobre lienzo, 129.5 x 104.4 cm. Procedencia desconocida.**La muerte de Santa Teresa. último tercio del siglo XVII. Convento de San José. Madres Carmelitas de Medina del Campo. **Escultura de Santa Teresa de Jesús. Anónimo castellano. Hacia 1620. Madera policromada. **